Implementar y migrar los servicios hacia la nube fue el primer paso. Lo siguiente y, más importante, es avanzar hacia una administración eficiente de costos: medir, monitorear, controlar y pagar lo que efectivamente se requiere y se está consumiendo.
El amplio crecimiento que ha tenido la nube en Chile ha ido en línea con la digitalización de los negocios. Pero lejos de detenerse, el potencial sigue siendo enorme. No importa el tamaño ni la industria, la mayoría está migrando sus servicios hacia ella.
Sin embargo, una implementación sin una gestión adecuada puede resultar en una mala decisión de negocio. Y en el caso de la nube, que requiere una inversión inicial asociada al proceso de migración, es necesario no solo tener una visión tecnológica, sino del control del gasto asociado al consumo post migración.
“Sabemos que muchas empresas, con mayor o menor madurez, están migrando sus procesos a la nube. Pero deben poner especial énfasis en la administración eficiente del gasto. Para ello, presentamos FinOps, una herramienta con mirada financiera y tecnológica en la gestión de la nube”, explica Cristián Cruzat, BDM Cloud Solutions CoasinLogicalis.
Desde una revisión continua del consumo, presupuesto de las plataformas, consistencias de los datos recolectados, configuración de tags, identificación de recursos en desuso e informe mensuales entre otras actividades propias del servicio, FinOps se encarga de alinear costos con la demanda real, generando eficiencias inmediatas.
“Entendiendo el problema y necesidad del cliente, adecuamos un modelo personalizado que optimice los gastos de sus servicios y aplicaciones alojadas en la nube pagando lo justo. Sin FinOps, el cliente puede estar pagando lo que no necesita, tener herramientas que no usa y licencias que han sido abandonadas. Si no se presta atención a esto, el gasto sólo aumentará con el tiempo”, declara Cruzat.
Eficiencia garantizada
Es importante esclarecer que la nube implica costos, entonces hay que encontrar las desviaciones para la revisión continua de estos. En ese sentido, es muy común que se desplieguen servicios que se usarán por un tiempo, pero después nadie se encarga de hacerles seguimiento o ajustarlos a las necesidades cambiantes de la compañía.
“Se quedan consumiendo y generando costos. Por ende, con un monitoreo constante se establece un rango de tiempo para generar acciones de desinstalación según corresponda”, menciona Cruzat.
Sumado a lo anterior, se deben reajustar según el tamaño de la empresa y sus necesidades. Muchas veces se sobredimensiona para asegurar rendimiento, pero aquello debe ir acompañado de decisiones informadas.
“El resizing de los servicios, aplicaciones e infraestructura se va haciendo de acuerdo al monitoreo, y eso le repercute en el procesamiento y almacenamiento. Hemos podido establecer una disminución del 9% de facturación mensual. Si multiplicas aquel valor por 12 es dinero. Entonces, a partir del promedio de consumo, se analiza y se genera la eficiencia”, detalla Cruzat.
Cloud: una herramienta digital clave
La capacidad escalable que tiene la nube es ilimitada, pero debe ir alineada con los costos y tamaño real de la compañía. Para ello, es clave establecer acciones primarias de ejecución que generen eficiencia.
“Es fundamental cumplir con la necesidad de detalle en la facturación, donde el cliente pague por lo que necesita y no más. Aquello debe ser gestionado de forma eficiente, responsable y detallada”, enfatiza Cruzat.
Por ello, CoasinLogicalis trae al mercado chileno FinOps, un servicio que actúa como inversión ya que busca la eficiencia en la facturación de las empresas mientras gestiona financieramente y operacionalmente la nube.