La automatización no es un término nuevo en el contexto de la infraestructura. Por el contrario, los proveedores de tecnología llevan tiempo trabajando en la mejor forma de automatizar procesos en las soluciones que desarrollan, poniendo inteligencia en procesos manuales y repetitivos.
Orquestada y automatizada, la infraestructura de las nuevas redes 5G permitirá varias aplicaciones, como mayor banda ancha móvil, cobertura masiva para redes IoT, comunicación de latencia ultrabaja para servicios de misión crítica, entre muchas otras. Como resultado, los procedimientos de automatización se convertirán cada vez más en parte del negocio y muchas de estas iniciativas tienen como objetivo dejar el máximo de funciones automatizadas o, como mínimo, automatizables.
Para maximizar estas oportunidades, muchos operadores de telecomunicaciones están pensando en estructuras completamente nuevas, con modelos de entrega ágiles y una concepción de la construcción como software, agregando visibilidad a través del acceso a informes, como el desempeño y el estado de los servicios.
Lo mismo ocurre con las empresas. Hoy en día, la mayoría de las organizaciones tienen un brazo digital y, nuevamente, la automatización es esencial para acelerar su time-to-market. En todos los segmentos, la automatización, impulsada por las posibilidades que sumará 5G, será fundamental para agilizar el funcionamiento y uso de nuevos dispositivos y servicios. Pero lo que pocas personas se dieron cuenta es que deben comenzar con la infraestructura.
Eso es porque las redes están cambiando. En el pasado, las redes se basaban en hardware, y cada función la realizaba un equipo físico. En las nuevas redes, este concepto está migrando a lo virtual y, en las redes 5G, estas funciones ya nacen virtualizadas. No es casualidad que la encuesta del Worldwide Infrastructure Automation Market, realizada por Infoholic Research, señale que este sector debería mover U$D $ 65.5 mil millones para el 2022, con un crecimiento promedio anual de casi el 20% entre los años de 2016 y 2022. Según este estudio, la creciente complejidad de los entornos ha llevado a las empresas a acelerar la automatización de su infraestructura tradicional para aumentar la productividad.
Este es un movimiento ya detectado por Gartner, que advierte que la automatización de la infraestructura, por sí sola, no debería traer beneficios económicos en el corto o mediano plazo. Sin embargo, su adopción proporciona la reducción de errores operativos y liberará recursos enfocados en actividades repetitivas y manuales para ser más productivos para la organización.
También según Gartner, la automatización es para la infraestructura moderna lo que la sangre es para el cuerpo. En otras palabras, es esencial y no puede tener una infraestructura moderna sin ella. Esto tendrá el mayor impacto y, si se realiza con éxito, conducirá a la satisfacción e innovación del cliente.
Es un proceso por el que, tarde o temprano, todas las organizaciones tendrán que pasar, y para el que algunas empresas de tecnología están trabajando en el desarrollo de frameworks, con el objetivo de ofrecer un viaje de automatización a los clientes. Conceptualmente, el framework es una estructura que debe responder a una variedad de problemas que enfrenta una organización cuando decide implementar la automatización en el contexto de las redes.
Para hacerse una idea de este movimiento en el mercado, algunos datos dicen que, para el 2025, la mayoría de las empresas tendrán células enfocadas en este tema. Y los mayores cuellos de botella se encuentran en la parte de procesos, especialmente en las empresas que tienen una gobernanza y una gestión poco flexibles. De ahí la necesidad de revisar los procesos y habilitar a los equipos para esta nueva cultura de automatización.