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Las cámaras termográficas aliadas en la prevención en lugares de alto tránsito

Escrito por Nicolás Laurutis | May 27, 2021 7:36:34 PM

Una de las pocas certezas que tenemos durante la pandemia de Covid-19 es el rol fundamental que tiene la tecnología en este contexto. Al comienzo y gracias a las herramientas de colaboración remota, muchas empresas pudieron mover sus operaciones, trabajar a distancia y preservar la salud de las personas, sin descuidar la atención de los clientes.

En una segunda fase, cuando se vayan flexibilizando las medidas de aislamiento, habrá nuevas soluciones tecnológicas que permitirán seguir resguardando la seguridad, sobre todo en aquellos lugares donde hay mayor tránsito de personas, y que son una posible fuente de propagación de virus. Esto hará que las oficinas se reconviertan en nuevos espacios y los edificios comenzarán a incorporar cámaras termográficas o sensores de temperatura corporal sin contacto en sus recepciones, con el objetivo de detectar si quienes ingresan tienen fiebre, uno de los síntomas más característicos del coronavirus.

Sabemos que la fiebre se manifiesta, entre otros síntomas, con una elevada temperatura en la cabeza y las cámaras con termografía infrarroja realizan un análisis térmico de las caras de las personas. Para diferenciar una alta temperatura de un objeto cualquiera ­–como una taza de café caliente, por ejemplo– esta tecnología utiliza algoritmos de reconocimiento facial que trabajan en conjunto para detectar posibles casos de enfermedad.

De esta manera, con esta tecnología, en los lugares donde haya una gran circulación de personas ingresando a un espacio confinado como pueden ser las entradas a edificios, oficinas, centros comerciales, industrias, estaciones de transporte público o aeropuertos, se podrán identificar de manera rápida y sencilla este tipo de síntomas, permitiendo controlar la propagación de enfermedades que se pueden prevenir tomando medidas de distanciamiento social, no sólo el Covid-19 sino cualquiera que dentro de su sintomatología comprenda el aumento de la temperatura corporal.

La instalación es rápida y el ingreso de las personas se deberá organizar para que la cámara capte de forma correcta, de acuerdo con la configuración utilizada (cámara de pared, trípode o pantalla en molinete de acceso). Además, habrá que tener en cuenta que la temperatura ambiente donde esté la cámara se mantenga entre los 10°C y 35°C y que la temperatura corporal logre estabilizarse al venir del exterior (esto se consigue con pasarelas o circuitos en el ingreso a los edificios que permitan que la gente camine un poco para aclimatarse).

Un método indiscutiblemente efectivo de control de la pandemia es mantener el distanciamiento social, ya que gran parte de los infectados demuestran ser asintomáticos. Este es un valor que puede agregarse reutilizando sistemas de video vigilancia o cámaras termográficas para asegurar estas medidas entre personas en ambientes de trabajo por medio de analítica de video.

También es posible utilizar aplicaciones móviles que utilizan módulos bluetooth para alertar a las personas cuando están más cerca de la distancia debida y reportar esta información para que ante la eventualidad de un caso de enfermedad, las personas que estuvieron cerca puedan evaluar si fueron contagiadas. La tecnología ya estaba entre nosotros y ahora está para cuidarnos.

Las cámaras son una pieza fundamental en estas soluciones, pero como siempre, por más completa que esta sea, siempre existe oportunidad de mejora. La información que recopilan estas cámaras siempre puede concentrarse para generar estadísticas y analítica de datos, alertas configurables que disparen acciones para automatizar procesos, desplegar otros algoritmos de procesamiento de video para detectar el uso de barbijos, comportamientos inusuales o presencias desconocidas reutilizando las mismas cámaras. La forma de agregar valor a la solución reside en la problemática a resolver del negocio, no tiene sentido aplicar una misma solución en diversas verticales o escenarios de forma idéntica, la replicabilidad tiene sus límites y es necesario entender cómo adecuarse.