La sociedad mundial enfrenta en este momento un gran desafío colectivo para combatir el COVID-19, que fue declarado pandemia para la OMS en el mes de marzo de este año. En la historia de la humanidad, han existido distintas pandemias con millones de víctimas, sin embargo, la que nos toca enfrentar hoy día aparece en un momento de transformación hacia la era digital, donde la tecnología ha tenido un papel fundamental en la manera para divulgar información y así mismo se utiliza como facilitadora en las medidas de contención de la propagación. Este rol de la tecnología en el actual escenario muestra la necesidad que todos adopten un cambio hacia las nuevas dinámicas en la forma de hacer las cosas.
La pandemia en este contexto ha hecho que las compañías y las personas adopten de manera inmediata el uso de la tecnología como soporte y apoyo principal para la continuidad y productividad de los negocios, pero también para mantenerse socialmente conectado. El desarrollo de actividades desde sitios diferentes a los habituales requiere que se haga uso de herramientas de trabajo colaborativo que hoy están disponibles para todos.
Una gran cantidad de empresas ya cuentan desde hace tiempo con dichas herramientas, producto de sus procesos de transformación hacia la era digital. Sin embargo, ahora en el entorno empresarial es tiempo de que los usuarios se involucren de manera definitiva y transformen la manera en cómo se trabaja de manera sincronizada con los demás miembros de sus equipos.
El trabajo colaborativo en entornos virtuales ha tomado una nueva dimensión y es necesario afianzar su utilización, a través de las herramientas adecuadas para los diferentes casos de uso y retos que imponen cada tipo de actividad.
El desafío hoy se encuentra en sectores con dinámicas diferentes a los empresariales, como por ejemplo el sector de la educación que, desde el inicio de esta pandemia, tuvo que reinventarse y encontrar distintas formas de seguir educando de manera virtual en los hogares, en algunos casos sin estar preparados tecnológicamente para este desafío o siendo reactivos frente a este contexto.
Los ambientes virtuales de aprendizaje se convierten en una alternativa en medio del contexto actual, y es necesario se empiecen a aprovechar. A través de estos entornos, los educadores tienen una gran oportunidad de ofrecer una experiencia diferente con el uso de material didáctico que invite a la innovación e interacción entre los diferentes miembros la comunidad educativa. Es posible así mismo continuar con aquellas dinámicas propias de las aulas físicas, como el impartir una clase, pero utilizando un tablero interactivo e inclusive el realizar evaluaciones a distancia comprobando la identidad de quien presenta la prueba. Como beneficios extras, al grabar las clases se puede empezar a conformar una biblioteca digital que sirva como material de consulta para la comunidad; así mismo para los educadores e instituciones queda a disposición las estadísticas de asistencia, atención y uso del material provisto a través de estos entornos. Esto mismo lo pueden implementar los empresarios para continuar realizando la gestión del conocimiento dentro de las empresas.
Los tiempos actuales han hecho necesario replantear la forma en que vivimos la cotidianeidad. Una vez se sobrepasen las actuales circunstancias de seguro habrá un cambio en el rumbo en las maneras como nos educamos, trabajamos e interactuamos. Es momento de llevar la tecnología que se piensa como exclusiva para ámbitos empresariales a otros campos y convertirnos así en arquitectos del cambio.