En las últimas dos décadas, la industria de las Telecomunicaciones ha sido testigo de una fuerte consolidación entre los principales proveedores de equipos y soluciones de red, a través de fusiones o adquisiciones, escenario que ha afectado fuertemente la dinámica del mercado de equipos para los proveedores de servicios, en particular el de Radio Access Network (RAN).
Aunque inicialmente fue importante para la supervivencia de estas empresas de tecnología, el movimiento de consolidación resultó en un escenario con pocos y grandes proveedores de red. Aunado a esto, el hecho de que el desarrollo y la arquitectura de las tecnologías RAN, hasta entonces vigentes, favoreciera el uso de hardware y software del mismo proveedor, creó una barrera de entrada (lock-in) para nuevos jugadores, terminando por acentuar la concentración del mercado.
Este monopolio desde el punto de vista de los proveedores tiene un impacto negativo en la competitividad, en una perspectiva de corto a mediano plazo, ya que reduce las opciones, la agilidad de la innovación del servicio y la mejora de la eficiencia en la evolución de las redes.
Desagregación de arquitecturas
Ante este escenario, surgió la iniciativa de impulsar una transformación en la forma en que se conciben las redes de radio acceso. Este nuevo enfoque propone hacer que las RAN sean más abiertas en su arquitectura, en los protocolos y en las interfaces entre los componentes del sistema, dando lugar al concepto de Open RAN.
Siguiendo los estándares establecidos por la Open RAN Alliance (comunidad mundial que opera en el sector de las redes de acceso vía radio) en cuanto a la definición de la apertura y desagregación de las funciones del sistema, en comparación con las arquitecturas tradicionales, la nueva estructura permite la flexibilidad de cómo se implementa la red.
Esta desagregación se complementa y apoya con la estandarización de interfaces abiertas, que interconectan los nuevos elementos de la arquitectura y crean un entorno que favorece la diversificación de proveedores, traduciéndose en una mayor competencia y más agilidad en la creación de soluciones.
Todos estos cambios están orientados a cumplir con las expectativas de los operadores de contar con un ecosistema que permita reducir el TCO (Total Cost of Ownership) logrando la independencia del lock-in creado. Y como consecuencia, crear oportunidades de mercado para nuevos jugadores, impulsando innovaciones y un time-to-market más dinámico en la introducción de nuevos servicios.
Además de estas posibilidades, los proveedores de servicios también tendrán una mayor libertad para elegir los mejores componentes ("best-of-bread") para soluciones de red que cumplan con sus estrategias técnicas y comerciales.