La revolución tecnológica iniciada en 2020, impulsada por la pandemia, continúa a buen ritmo. En este escenario de transformaciones, Edge Computing, o computación en el borde, se destaca y promete liderar las estrategias de empresas de diferentes sectores. Generará una avalancha de innovación en productos y servicios, además de sorprendentes oportunidades de negocio en el mercado.
Edge Computing, según lo define Gartner, es un conjunto de soluciones para facilitar el procesamiento de datos cerca del origen (borde), o incluso en el origen de la generación de información. La ventaja importante de esta arquitectura es que los datos se pueden procesar de manera más eficiente porque la potencia informática está cerca de los sistemas o del usuario.
Es posible que ahora se pregunte cuál es la diferencia entre Cloud Computing y Edge Computing. A diferencia de la computación en la nube, que requiere un servidor centralizado, Edge es compatible con una arquitectura granular. Es decir, microcentros de datos dispersos, solo para que el usuario tenga una conexión cercana y, por lo tanto, una respuesta rápida (baja latencia), con el fin de ser mucho más compatible con las necesidades de nuevas aplicaciones que demandan un tiempo de respuesta bajo, y que han surgido de a miles.
Entre los numerosos beneficios de Edge Computing se encuentra la baja latencia, que permitirá la adopción de tecnologías que necesitan una respuesta rápida, como IoT, telemedicina, autos autónomos y aplicaciones de drones. Las aplicaciones en tiempo real también podrán actuar sin riesgo de retrasos o tiempo de inactividad.
Se abrirá un nuevo escenario y moverá el sector y la economía. Según un estudio de Deloitte, el mercado global de computación de borde totalizará US$ 12 mil millones en 2021 y la encuesta de IDC muestra que el 70% de las empresas realizarán niveles variables de procesamiento de datos en el borde para 2023. Los consultores atribuyen este crecimiento especialmente a las empresas de telecomunicaciones, las redes 5G en expansión y los proveedores de nube.
Vale la pena señalar que las aplicaciones de Internet de las cosas (IoT) prometen robarse la escena y ciertamente ganarán un impulso significativo con la llegada de 5G. Según las proyecciones de IDC, para 2023 se invertirán aproximadamente $ 16 mil millones de dólares a nivel mundial en infraestructura de IoT.
Principales revoluciones
En mi opinión, vale la pena mencionar tres revoluciones cuando se trata de Edge Computing. La primera es en las aplicaciones de IoT: todo será inteligente, ya que los dispositivos ganarán inteligencia. Para tener una idea, Gartner estima que un verdadero “tsunami” de más de 21 mil millones de “cosas” conectadas están recolectando datos, llevando a cabo numerosas actividades en este momento.
La segunda sucederá cuando el 5G esté en pleno funcionamiento. Imagínese que esta quinta generación de Internet móvil liberará mucho más ancho de banda que 4G, con una latencia mucho menor, proporcionando un salto en la velocidad de transmisión de 150 Mbps a 10,000 Mbps (o 10 Gbps), una diferencia de casi 70 veces más en comparación con 4G, que impulsará la adopción y popularización de aplicaciones de IoT. 5G, a su vez, puede alcanzar latencias de 1 a 4 milisegundos, una diferencia casi 100 veces menor en comparación con 4G.
La tercera son las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA), que generarán un gran movimiento en la economía con inversiones masivas y con el potencial de agregar alrededor de USD 13 billones a la economía global para 2030, según el informe del McKinsey Global Institute, e incluso USD 15,7 billones en el mismo año, según el tercer informe anual “AI Predictions 2021” de Pricewaterhouse Cooper (PwC). La tecnología mejorará el IoT, analizando los datos capturados por los sensores, que servirán como materia prima para una variedad de estrategias comerciales innovadoras.
No hay duda de que Edge Computing provocará una intensa ebullición en el mercado, impactando sectores tan variados como la manufactura, la energía, el petróleo, la minería y la agricultura. Todo esto en la frenética estela de que el mundo se está conectando a través de dispositivos IoT.
Los datos que se generan en el borde se escalarán a otro ámbito, que está liderado por una mejor experiencia del usuario y la modernización de los procesos comerciales. Y el estado del arte, como dije, vendrá cuando Edge y 5G se unan.
Estas tecnologías unirán las capacidades de transmisión de datos de alto ancho de banda y baja latencia, extendiendo la potencia de velocidad de los sistemas informáticos de vanguardia, al mismo tiempo que brindan soporte estratégico para aplicaciones en tiempo real. Un mundo cada vez más ágil y conectado, sin precedentes.
